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					Más de diez horas de sesión. Es lo que dio de si ayer el 
					Pleno de la Asamblea. A las 9.30 horas comenzaba un pleno en 
					el que no faltaron los dimes y diretes entre Ejecutivo y 
					oposición. El primer capítulo lo protagonizó la aprobación 
					definitiva de la Ordenanza de terrazas y veladores, que fue 
					aprobada en solitario por los diputados populares.  
					 
					Como si del día de la marmota se tratase, la sesión plenaria 
					de ayer llevó al seno de la Asamblea discusiones y 
					argumentos ya escuchados en el mismo escenario hace tan sólo 
					tres meses. La aprobación definitiva de la Ordenanza 
					Municipal reguladora de la instalación de terrazas y 
					veladores figuraba como la primera propuesta del Gobierno y 
					Guillermo Martínez Arcas, consejero de Medio Ambiente, 
					volvió a sacar el guión que utilizó para defender el texto 
					durante su aprobación inicial en el pleno de noviembre. A 
					él, le siguió los pasos Juan Luis Aróstegui, portavoz de 
					Caballas, que volvió a increpar al Ejecutivo por haber 
					elaborado una ordenanza con “enfoque errático” y dirigida 
					“contra locales concretos en una zona concreta” o más 
					claramente “a la Plaza del Teniente Ruiz”.  
					 
					Martínez Arcas volvió a justificar esta norma como un 
					“mandato jurisdiccional” por parte del Tribunal Superior de 
					Justicia de Andalucía al Gobierno, ya que este órgano emitió 
					una sentencia en la que obliga a la Ciudad a regular las 
					licencias de las terrazas. Una concesión que hasta el 
					momento expedía el Ejecutivo sin necesidad de que mediara un 
					reglamento. Ahora se intentarán casar tres intereses 
					legítimos, según explicó el consejero. El interés de los 
					empresarios de la hostelería, el derecho a la salud de las 
					personas y el derecho al ocio de los ceutíes, son los tres 
					puntos sobre los que ha girado la normativa que durante su 
					periodo de exposición ha recibido numerosas enmiendas.  
					 
					Abstención del PSOE 
					 
					Las propuestas han llegado desde todos los foros. La Cámara 
					de Comercio, la Confederación de Empresarios de Ceuta, la 
					Asociación Contra el Ruido de Ceuta (Ascorce), el grupo 
					Caballas, Protección Civial o incluso dos empresarios 
					locales han presentado sus enmiendas a esta norma. Aunque, 
					el Gobierno desestimó la de los hosteleros y por ello ayer 
					el PSOE anunció su intención de abstenerse a votar la norma. 
					Para José Antonio Carracao omitir las sugerencias de los 
					empresarios hace que la ordenanza “nazca coja”. Por su 
					parte, Martínez Arcas defendió la postura del Ejecutivo 
					alegando que se desestimaron las enmiendas porque estas ya 
					se encontraban en el texto. Sin embargo, la explicación no 
					convenció a los socialistas que finalmente se abstuvieron de 
					votar para no entorpecer una norma que creían “necesaria” 
					pero no adecuada.  
					 
					Durante el segundo turno de intervención, Aróstegui criticó 
					el “excesivo reglamentarismo” de una norma que para él se 
					basa en la “penalización preventiva”. Para los de Caballas, 
					es importante que el horario de la terraza esté vinculado al 
					del local y para ellos es “imposible” que la norma se 
					aplique en toda la ciudad. Finalmente, la ordenanza se sacó 
					adelante con los 18 votos a favor de los populares.  
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