| 
					La Hermandad de Medinaceli pudo realizar su Estación de 
					Penitencia gracias a que la tarde aguantó para que el Señor 
					de Ceuta y su Madre pudieran procesionar por las calles de 
					la ciudad. Cientos de ceutíes fueron los que no quisieron 
					perderse el discurrir de la Cofradía y arroparon con su 
					presencia a los Titulares de la Hermandad.
 Ceuta despertó con el deseo de que la lluvia no hiciera acto 
					de presencia y así poder disfrutar del Señor de Ceuta y de 
					su Madre con todo su esplendor por las calles de Ceuta 
					después de vivir uno de los traslados más tristes de los 
					últimos años debido a la fuerte lluvia caída el pasado 
					sábado. Poco a poco el tiempo se fue afianzando y las 
					inquietantes nubes de la mañana dieron paso a una apacible 
					tarde de poniente que, aunque con alguna amenazante nube, 
					permitió a Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado 
					‘Medinaceli’ y María Santísima de los Dolores procesionar 
					por las calles de Ceuta.
 
 A las 20.15 horas, cuando los rayos del sol comenzaban a 
					desaparecer para dar paso a una oscura noche quebrada por la 
					luminosidad de la luna, la Cruz de Guía de la Hermandad 
					anunciaba el inicio de la procesión.
 
 El extenso cortejo de nazarenos que acompañó en el día de 
					ayer al Señor de Ceuta, iniciaba el itinerario fijado por la 
					junta de gobierno de la Hermandad. Minutos después, y bajo 
					los sones de la primera marcha de la tarde, aparecía Nuestro 
					Padre Jesús Cautivo y Rescatado, provocando el aplauso de 
					todos los presentes en los aledaños de la casa de hermandad 
					de la Cofradía.
 
 Seguidamente, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús 
					Caído y Virgen de la Amargura continuó interpretando las 
					marchas procesionales elegidas para que la imagen del Señor 
					de Ceuta, portado con por su cuadrilla de costaleros, 
					avanzara y se dirigiera hasta los Jardines de la República 
					Argentina, uno de los puntos más llamativos donde seguir a 
					la Hermandad por el incomparable marco de fondo.
 
 Por su parte, María Santísima de los Dolores no quería 
					perder de vista a su Hijo era portada por su cuadrilla. Con 
					mimo y cariño, sin que se moviera ninguno de los doce 
					varales que sustentaban su techo de palio, los costaleros 
					fueron meciendo a la Madre del Señor de Ceuta bajo los sones 
					de las marchas procesionales que interpretaba Banda de 
					Música de la Ciudad, siguiendo los pasos de Nuestro Padre 
					Jesús.
 
 Pese a ser un día laborable y aunque la noche refrescó la 
					temperatura, cientos de ceutíes arroparon durante su 
					recorrido a las imágenes de la Hermandad de Medinaceli donde 
					uno de los momentos que más público congregó se produjo a su 
					paso por la Carrera Oficial.
 
 A este respecto, el capataz de la Hermandad, Manuel Creo, 
					comprobaba en cada chicotá el gran trabajo realizado por su 
					equipo de capataces, quienes animaban en todo momento a sus 
					hombres haciéndoles más liviano el glorioso sufrimiento de 
					llevar a sus amantísimos titulares al encuentro con la 
					población de Ceuta. La salida procesional llegaba a su 
					ecuador cuando el cortejo discurría por la calle Jáudenes 
					con la mirada puesta en las puertas de la Santa Iglesia 
					Catedral donde la Hermandad accedería para realizar su 
					Estación de Penitencia, la cual fue presidida por el 
					director espiritual y deán de la Seo Septense, el padre José 
					Manuel González.
 
 Después de ese importante momento, la Venerable Hermandad de 
					Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús 
					Cautivo y Rescatado (Medinaceli) y María Santísima de los 
					Dolores, continuó su procesionar con tristeza por que se 
					llegaba al final del trabajo realizado durante todo el año y 
					la alegría de haber podido realizar la Estación de 
					Penitencia y haber llevado con orgullo, pasión, fe y 
					devoción a sus amantísimos Titulares.
 
 |