Un nuevo vertido de fuel apareció ayer en las aguas ceutíes.
En esta ocasión se localizó en la escollera de Poniente pero
las corrientes arrastraron las manchas de fuel hasta la
desembocadura del foso de las Murallas Reales, no obstante,
no llegaron las playas de El Chorrillo y La Ribera, gracias
a que el viento las contuvo. Antes de las doce del mediodía,
ya había trabajadores de Ecoceuta recorriendo el foso y
arrojando cerca de las manchas del vertido una especie de
toallitas absorbentes para recoger el fuel. Estas pronto
pasaron de ser blancas a adquirir tonos negros. Mientras,
todo se preparaba para tirar una malla en la desembocadura
del foso que impidiera que alguna mancha de fuel saliera y
acabara en las playas.
Cerrar las playas fue una opción que no se barajó a lo largo
de la jornada, dado que se había acorralado el vertido en el
foso. Allí fue donde los trabajadores de Ecoceuta
procedieron a intentar retirar todas la manchas de fuel
gracias a los papeles absorbentes que se habían extendido
por la mañana.
Inicio de la investigación
Estas manchas de fuel, al parecer, tienen la misma
procedencia que las detectadas este fin de semana y desde la
Autoridad Portuaria informaron ayer de que el pasado 8 de
diciembre iniciaron los procedimientos y actuaciones
necesarias para combatir un vertido de hidrocarburos de unos
1.000 metros de longitud, desde playa Benítez en dirección
este (playa de San Amaro). Esto dio pie a que se activara el
Plan Interior Marítimo (PIM) de forma inmediata. Además,
ante la previsión de la llegada del vertido a las zonas
costeras, se puso en marcha el plan territorial, y Capitanía
Marítima se sumó a la intervención. De esta forma se
coordinaron Ciudad Autónoma, Autoridad Portuaria, Capitanía
Marítima y Delegación del Gobierno para atacar de forma
efectiva el vertido.
El origen del vertido en ese momento era desconocido y por
ello la Autoridad Portuaria de Ceuta realizó las
investigaciones correspondientes tras las que terminaron
descartando que el fuel procediera de ninguna operación de
bunkering (suministro a buque), según informaron desde el
organismo ayer por la tarde. Descartada esta posibilidad, la
Autoridad Portuaria procedió a comprobar la estanqueidad en
las líneas de suministro de combustible de las compañías
operadoras en la ciudad, Cepsa y Ducar. Es decir, si el
vertido procedía de los tanques de combustible. Y finalmente
se encontró el origen del vertido. El martes se detectó a
última hora de la tarde la existencia de un poro en un tramo
soterrado, -tubería de fuel-oil de 14” de la compañía Cepsa-
estimándose como agente causante de la contingencia.
Continúa la alerta
Tras detectar dónde se encontraba la fuga, en la jornada de
ayer se procedió a colocar diversas barreras antipolución
así como medios absorbentes (mantas oleofílicas) en la zona
sur del Foso San Felipe y barreras de protección en la
dársena deportiva, según trasladaron desde la Autoridad
Portuaria. Así mismo, se mantuvo activado tanto el Plan
Marítimo Nacional como sus medios disponibles.
Por otro lado, y a pesar de controlar la fuga, se
continuaron con las reuniones del órgano de coordinación
para seguir abordando las actuaciones en función de la
meteorología y de las mareas en cada momento, interviniendo
en las labores, la Capitanía Marítima, la Autoridad
Portuaria, Ciudad Autónoma, y la empresa Cepsa bajo la
coordinación de la Delegación.
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