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					Caballas, a través de Juan Luis Aróstegui, propuso ayer 
					apoyar la marcha convocada para mañana día 7 de febrero en 
					recuerdo de los 15 inmigrantes fallecidos hace precisamente 
					hoy un año en la playa del Tarajal. 
					 
					Aróstegui indicó que Caballas considera que Ceuta no puede 
					ponerse de perfil ante ésta efemérides y manifestó que la 
					ciudad debe hacer patente su solidaridad con los familiares 
					de los fenecidos, el indubitado posicionamiento a favor del 
					derecho de todos los seres humanos a vivir dignamente, y un 
					compromiso explicito de impedir por todos los medios que 
					este tipo de hechos se puedan volver a producir. 
					 
					Antes de dar paso a la intervención de la consejera de 
					Presidencia y Gobernación, Yolanda Bel, el presidente de la 
					Ciudad, Juan Vivas hizo uso de su palabra para indicar al 
					dirigente localista que nadie puede dudar del dolor de los 
					ceutíes de lo que ocurrió además de recriminar a Aróstegui 
					que insultara al grupo popular. 
					 
					Por su parte, Bel reconoció que no se puede perder la 
					memoria y pese a sentir la pérdida de los inmigrantes dio su 
					total y rotundo apoyo a la Guardia Civil, de ahí que 
					avanzara que el Grupo Parlamentario Popular no iba a apoyar 
					dicha propuesta. 
					 
					La consejera destacó que es muy importante señalar donde 
					están los culpables, y echó en cara que a algunos no les 
					interese saber que los culpables son las mafias y vean más 
					sencillo culpar a responsables políticos, delegados del 
					gobierno, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, etc, 
					“haciéndole el juego precisamente a esas mafias”, 
					manifestaba durante su intervención Bel. 
					 
					Bel abogó por un apoyo sin fisuras a los Cuerpos y Fuerzas 
					de Seguridad del Estado y aseguró con rotundidad que el 
					Gobierno respeta los derechos humanos pero también recuerda 
					que deben respetarse las fronteras. 
					 
					La consejera se mostró muy molesta con esas personas que 
					quieran venir a Ceuta para dar lecciones a los ceutíes de 
					nada, y consideró que la marcha se está utilizando con fines 
					políticos, valiéndose de una tragedia como fue la muerte de 
					esos quince inmigrantes 
					 
					Bel calificó de “rastrero” la manipulación politica de unas 
					muertes y recordó que Ceuta es un observatorio privilegiado 
					de la inmigración y “nadie nos puede dar lecciones en este 
					área”. 
					 
					Para finalizar, la consejera dio las gracias por la 
					invitación pero pidió respeto ante la posición del Gobierno 
					y del PP de rechazar la misma al considerar que en el fondo, 
					lo que hay en esta marcha “son lobos con piel de corderos 
					porque están utilizando, una desgracia mayúscula y que 
					sentimos todos los ceutíes, para aprovecharse de unas 
					muertes de unos inmigrantes para pedir dimisiones y poner en 
					tela de juicio la actuación de la Guardia Civil y utilizarlo 
					después en los discursos políticos”. 
					 
					Aróstegui se mostró apenado por la posición del PP y del 
					Gobierno local y su crítica hacia las personas que se darán 
					cita mañana aquí en la manifestación por los inmigrantes 
					fallecidos, mientras que Carracao consideró que la propuesta 
					de Caballas no tenía ninguna pega, de ahí que no entendiera 
					la postura del PP, ya que tan sólo era respaldar una marcha 
					que tan sólo busca recordar a las víctimas de aquella 
					tragedia. 
					 
					Por último, Carracao echó en falta un ánimo de consenso al 
					respecto y propuso hacer una transacción y que la parte 
					propositiva fuera la de hacer patente la solidaridad con los 
					familiares de los fenecidos, un indubitado posicionamiento a 
					favor del derecho de todos los seres humanos a vivir 
					dignamente, y un compromiso explicito de impedir por todos 
					los medios que este tipo de hechos se puedan volver a 
					producir, con el fin de lograr el apoyo unánime a la 
					propuesta de Caballas, algo que no se produjo y que provocó 
					que el debate degenerara en un fuerte enfrentamiento entre 
					Aróstegui y Vivas, donde se lanzaron numerosos improperios e 
					insultos antes de procederse a la votación de la medida que 
					fue desestimada gracias a los votos en contra del PP. 
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