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					La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta 
					celebró ayer el comienzo del juicio con jurado popular 
					contra el joven Ángel José P.C., presuntamente autor de la 
					muerte de su padrastro, Francisco José Fores Pecino, el 26 
					de mayo de 2010,, en el domicilio familiar de la barriada de 
					San Amaro. Fiscalía y acusación particular reclaman 20 años 
					de prisión por asesinato, mientras que la defensa,, que 
					admite que el joven apuñaló y mató a su padrastro con un 
					cuchillo jamonero, entiende que existen atenuantes en el 
					caso, dada la situación mental del acusado. “¿Vamos a 
					enseñarnos con esta persona?”, preguntó el defensor. 
					 
					Seis hombres y cinco mujeres componen el jurado popular que 
					se sienta desde ayer en la sala de vistas de la Sección VI 
					de la Audiencia Provincial de -Cádiz en Ceuta en el juicio 
					contra Ángel José P.C., de 20 años, acusado de matar a su 
					padrastro, Francisco José Fores Pecino, el 26 de mayo de 
					2010 en el domicilio familiar de la barriada de San Amaro. 
					 
					Las sesiones, que al menos se prolongarán durante tres días, 
					está presididas por el magistrado Jesús Carlos Bastardés. El 
					joven, supuestamente, habría matado con premeditación y 
					alevosía al compañero de su madre, clavándole un cuchillo 
					jamonero de 25 centímetros en el costado izquierdo, herida 
					que le causó la muerte. 
					 
					El Ministerio Fiscal y la acusación particular que 
					representa al padre del fallecido, han pedido una pena de 20 
					años de prisión, así como indemnizaciones para el hermano y 
					hermanastro del acusado, así como para el abuelo. 
					 
					Según coincidieron en describir la acción delictiva, Ángel 
					José P.C. estuvo toda la tarde en el centro de la ciudad con 
					un amigo, al que en repetidas ocasiones habría dicho que iba 
					a matar a toda su familia menos a su hermano pequeño, aunque 
					posteriormente se habría decidido a matar solo a su 
					padrastro, con el que tenía una muy mala relación desde 
					hacía años. 
					 
					Llegó al domicilio familiar, en San Amaro. en torno a las 
					03.15 horas de la madrugada. Entró en la casa, quemó una 
					cuerda que habían colocado sus familiares para impedir que 
					abriera la puerta que comunicaba con el interior de la 
					vivienda y fue a la cocina donde cogió un cuchillo jamonero 
					de 25 centímetros con el que después perpetraría el crimen. 
					 
					Acto seguido, fue a su cuarto, según ambas versiones 
					-Fiscalía y acusación particular- y se desvistió por 
					completo, a excepción de unos calzoncillos. Se puso unos 
					guantes y esgrimiendo el cuchillo, fue por el pasillo de la 
					casa hasta llegar al cuarto donde dormía su padrastro. Al 
					entrar, se habría agachado para llegar gateando hasta la 
					cama. Allí habría permanecido unos minutos pensando en lo 
					que iba a hacer hasta que finalmente se decidió. Fue 
					entonces cuando asestó una puñalada hasta el mango en el 
					último espacio intercostal izquierdo, con salida de un 
					centímetro en la región lumbar de la víctima. Atravesó a su 
					padrastro de parte a parte, afectándole a vasos sanguíneos 
					del bazo y riñón, órganos vitales. El hombre falleció como 
					consecuencia de un shock hipovolémico, esto es, una masiva 
					pérdida de sangre. 
					 
					Acto seguido, salió de la habitación se vistió, metió en una 
					maleta algunas ropas, una consola de videojuegos, un 
					desodorante y algunos textos manuscritos y se marchó de la 
					casa, no sin antes establecer un forcejeo con su abuelo, su 
					hermano y su propia madre. De allí se marchó a la pensión El 
					Cateto, donde se encontraba el amigo con el que había estado 
					toda la tarde y el padre de este último. 
					 
					Como no le dejaron entrar a dormir, se recostó en un banco 
					en el patio contiguo a la pensión. Allí fue donde finalmente 
					lo encontró la policía, que lo detuvo sin que ofreciera la 
					más mínima resistencia. Según los atestados policiales, 
					refirió todos los hechos con frialdad, sin signos de 
					arrepentimiento ni tampoco de emoción. 
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					El abogado defensor al jurado popular: “¿Vamos a ensañarnos 
					con esta persona?” 
					El letrado de la defensa puso de 
					relieve que el joven “manifestó que él hizo lo que se relata 
					en el escrito del Ministerio Fiscal y de la acusación 
					particular, pero con matices”. 
					 
					“Llegó, se quitó la ropa, se quedó en calzoncillos y lo 
					mató. ¿Una persona normal puede hacer un acto de este 
					tipo?”, preguntó el abogado. Recordó que el acusado padece 
					síndrome de Asperger, una especie de autismo, “una patología 
					que le impediría reconocer la realidad del hecho”. 
					 
					En este sentido, el defensor de Ángel José P.C. advirtió 
					“cometerlo, lo cometió, pero con una serie de 
					circunstancias. Tendremos que ver si es merecedor de una 
					pena u otra, porque no es lo mismo un cuerdo que una persona 
					que no lo es. El acusado -dijo- no sabe ni es dueño de sus 
					actos. ¿Nos vamos a enseñar con esta persona?”, insistió. 
					 
					El letrado de la defensa, pues, pedirá una pena “adecuada 
					para el hecho”. Recordó por otra parte la situación 
					problemática por la que atravesaba la relación entre Ángel 
					José P.C. y su padrastro. “El sabe que ha cometido una cosa 
					mala y quiere una condena justa, proporcional con lo que ha 
					hecho y lo que él conoce”. 
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