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					Ángel José P.C. fue el primero en declarar. Primero ante las 
					preguntas dos miembros del Ministerio Fiscal, posteriormente 
					ante la acusación particular y más tarde ante su propio 
					abogado. En la sesión matutina acudió vestido con una camisa 
					azul, pantalones vaqueros y zapatillas de deporte. En su 
					mano derecha, bajo la esposa, una muñequera negra. 
					Relativamente bajo y fornido, el acusado parecía un tanto 
					ausente al principio de los interrogatorios. Llegó a decir 
					que no recordaba nada desde el momento en que quemó la 
					cuerda que había puesto su familia para impedirle entrar en 
					el interior de la casa y que a partir de ahí su siguiente 
					recuerdo es el de su padrastro gritando mientras a él le 
					recorrían “lagrimones” por la cara. 
					 
					Sin embargo, la Fiscalía, tras un primer interrogatorio que 
					podría calificarse de “suave”, cargó las tintas. 
					 
					Comenzaron a lloverle preguntas en tono más duro y poco a 
					poco, fue añadiendo detalles de lo que había ocurrido, 
					detalles que ahora sí recordaba. Negó que durante la tarde 
					anterior al crimen hubiera estado con un amigo al que le 
					habría confesado su intención, en primer lugar, de matar a 
					su familia entera a excepción de su hermano pequeño, y con 
					posterioridad sólo a su padrastro. “No sé lo que me pasaba 
					aquél día. Yo fui con una idea y no sé lo que me ha pasado”, 
					dijo, en referencia a que, explicó, él quería amenazar a su 
					padrastro pero no matarlo. Su lenguaje corporal cambió en un 
					momento del interrogatorio, tensando los músculos como si 
					estuviera a punto de saltar. Llegó un momento en el que pasó 
					del “no recuerdo” al “no voy a contestar a esa pregunta”, 
					con cierto tono arrogante, que posteriormente abandonó. 
					Incluso lloró. En la sesión de tarde permaneció sentado 
					junto a su abogado defensor, escuchando testimonios de los 
					policías que intervinieron en el caso, mientras se mecía 
					suavemente en su asiento. 
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